¿Cómo será la movilidad sostenible en los próximos años?
La contaminación producida por el transporte es uno de los principales problemas de salud pública de las grandes ciudades del mundo. Sobre todo, en aquellas con una cultura muy fuerte del uso del vehículo privado o unas infraestructuras de movilidad pública muy débiles. La buena noticia es que la concienciación acerca de la importancia de reducir dicha contaminación crece y crece cada año un poco más. La movilidad sostenible avanza y las ciudades del futuro tendrán un aspecto y una salud muy diferentes a la actual. En este artículo veremos cuáles son las grandes líneas de transformación que se esperan para los próximos años y las próximas décadas.
Aumento de los vehículos eléctricos
Los coches eléctricos contaminan más en su proceso de fabricación, pero tardan aproximadamente un año y medio en compensarlo gracias al bajo nivel de contaminación operativo que tiene. O, dicho de otra manera: a partir de ese momento, el vehículo eléctrico comienza a ahorrarle gases de efecto invernadero al planeta. En este sentido, se espera que la mejora en las baterías y la disminución de los costes lleve de manera paulatina a una mayor adopción del coche eléctrico. Para ello, además, es necesario que las ciudades se llenen de puntos de carga suficientes y en Colonial ya estamos contribuyendo a ello con parkings equipados con carga eléctrica.
Por otro lado, y mirando aún más al futuro, se espera que también entren en escena los vehículos movidos con hidrógeno verde e incluso los vehículos movidos con biocombustible. Todo para desterrar definitivamente a los combustibles fósiles de las ciudades. Aunque no todo va de coches: las bicicletas, las bicicletas eléctricas o los patinetes eléctricos también jugarán un papel cada vez más relevante y, de nuevo, desde Colonial estamos trabajando a favor de ello con la instalación de estacionamientos para este tipo de vehículos en algunos de nuestros activos. Es el caso del edificio Génova 17 o del popular Discovery Building, ambos en Madrid.
Hiperconectividad de transportes
Una de las grandes razones que empujan a muchas personas al uso del vehículo privado es la comodidad, pues no todas las ciudades cuentan con una infraestructura de movilidad sostenible verdaderamente hiperconectada. Y eso es algo que los gobiernos locales deberán arreglar en la próxima década. La integración entre transportes será fundamental. De momento, lo que podemos hacer empresas como Colonial es seleccionar para nuestra cartera espacios que se encuentren en puntos neurálgicos e hiperconectados de la ciudad. No es casualidad que buena parte de nuestros edificios estén localizados en los centros empresariales de Barcelona y Madrid.
Además, a la lista de dinámicas sostenibles que presumiblemente terminarán siendo una realidad cotidiana de las ciudades se suman tanto el modelo carsharing para compartir vehículos como, un poco más adelante, aún como una propuesta de futuro, la incorporación a las ciudades de automóviles autónomos gestionados por inteligencias artificiales. Unos vehículos que en teoría serán más seguros y, sobre todo, más amables con el medioambiente al ser enteramente eléctricos y al escoger siempre las rutas más verdes en cada momento. Todo ello logrará que las ciudades permitan el uso combinado de transportes sostenibles con más facilidad.
Disminución del sedentarismo
La ciudad invita a un mayor sedentarismo que las zonas rurales. Especialmente cuando las distancias entre puntos son muy elevadas. Pero es una de las recomendaciones más reiteradas de la Organización Mundial de la Salud: los seres humanos necesitamos movernos más para una mejora de la salud física y mental. Y la urbe moderna debe adaptarse para favorecerlo. En Colonial, concretamente, estamos dotando a varios de nuestros edificios de vestuarios con duchas que permiten a los trabajadores llegar caminando o incluso corriendo al trabajo. De esa forma, y además de no contaminar, cubren sus necesidades deportivas. La ciudad sostenible será también la ciudad humana.